Los bebés están concientes de sus funciones de eliminación desde su nacimiento,
y manifiestan sus necesidades de orinar o defecar en forma consistente, aunque
con las limitaciones de comunicación propias de un infante. Si los padres ponemos
atención, nos daremos cuenta de que muchos de esos llantos sin razón son probablemente formas usadas por nuestro bebé para comunicarnos su necesidad de eliminar.
Este concepto nos puede parecer irreal a quienes hemos crecido en ciudades donde los niños llevan pañales hasta pasados los 2 años de edad,
asumiendo que su uso es la única alternativa a la higiene infantil.
Sin embargo, existen lugares en el mundo donde los pañales son usados únicamente en circunstancias especiales, o no se usan del todo. Este método de higiene
infantil ha sido practicado durante miles de años, pero ha ido perdiendo
popularidad durante los últimos siglos, especialmente en las áreas urbanas
en donde se han popularizado los productos desechables.
Muchos padres nos hemos cuestionado la dependencia hacia los pañales en la crianza de los niños, encontrando que existen estudios, artículos y libros acerca de la práctica de atender las necesidades de higiene de los niños sin depender completamente de los pañales. Este método de higiene infantil es conocido en el mundo occidental como
“Comunicación de la Eliminación” (CE), “Higiene Natural Infantil” (HNI), o “Control Temprano de los Esfínteres” (CTE), y no es más que una adaptación a la vida urbana contemporánea del método practicado por miles de años y que en la actualidad aún se practica en algunas partes del mundo.
Un método respetuoso y compasivo La Comunicación de la Eliminación es un método compasivo de respuesta a las necesidades del bebé, y en ningún caso es compatible con la manipulación, burla o amenazas a las que lastimosamente están sujetos muchos niños a la hora de dejar el pañal. Este método respeta los ciclos de desarrollo del niño, por lo que no se espera que el niño hable para ser atendido, si no que se observan y responden a otros tipos de manifestaciones, como gestos, muecas, sonidos o señas. Los bebés más pequeños son levantados en los brazos del padre o cuidador cada vez que debe ser colocado en el orinal; mientras que los más grandecitos pueden mantenerse sentados solos, pero requieren supervisión. De esta forma, poco a poco el niño gana independencia, sus señales son más claras y por lo tanto irá necesitando menor atención del adulto a cargo. Relación con el adulto La relación del adulto con el niño se fortalece cada vez que respondemos a sus necesidades, ya sean estas de alimentación, abrigo, afecto o eliminación. El niño es escuchado, respetado y atendido en forma cariñosa, lo que lo incentiva a continuar comunicándose con el adulto. Estas primeras experiencias de comunicación, cuando reciben respuesta, establecen una relación profunda con los padres o cuidadores, basada en el amor y respeto. En el futuro estas experiencias serán pilares de la buena relación familiar y el reconocimiento de la autoridad de los padres.
¿Quiénes pueden practicar este método? Todos los padres y cuidadores que deseen establecer este tipo de comunicación con sus bebés y a quienes el método les parezca lógico. Se debe tener muy en cuenta que la Comunicación de la Eliminación no es compatible con los castigos ni regaños, y que el principal objetivo es establecer una comunicación más profunda con el infante. Los padres o cuidadores deben tener una actitud relajada y no hacerse expectativas muy elevadas, estar dispuestos a aceptar fallas en la comunicación como parte del aprendizaje y concentrarse en cultivar la relación con el bebé. Existen miles de padres alrededor del mundo que practican la CE, entre ellos padres que trabajan y solo dedican unas horas al día al cuidado de sus bebés; padres con algún tipo de discapacidad; madres solteras; estudiantes; y gente de climas cálidos a extremadamente fríos. La CE se practica igualmente en zonas urbanas, en casas alfombradas de pared a pared y en fincas rurales; en familias numerosas, con la ayuda de abuelos y familiares, e incluso en algunos centros de cuidado infantil. También existen familias que practican este método con más de un niño a la vez. Es así que existen muchas formas de entablar este tipo de relación con nuestros bebés, siendo perceptivos y abiertos a los cambios en el desarrollo del infante y del entorno. Uso de pañales
Se puede practicar la CE conjuntamente con el uso de pañales, aunque esto constituye una barrera para la comunicación. Si se decide recurrir a los pañales se debe cambiar al niño tan pronto lo moje, para evitar que se acostumbre a ignorar la sensación de eliminación. Se debe evitar el uso de pañales desechables, ya que por ser estos muy absorbentes no permiten a los padres darse cuenta cuando el niño ha eliminado, ni al niño relacionar la sensación de eliminación con la sensación de humedad. Los padres pueden establecer un tiempo sin pañal de acuerdo a sus posibilidades, y usar pañales de tela o pantalones de entrenamiento durante el resto del día. Es importante vestir al niño de forma que sea fácil ponerlo al orinal en cuanto nos dé una señal, por lo que los vestidos de una pieza resultan bastante inconvenientes. Cómo empezar: El primer día Se debe elegir un día en el que sea posible dedicar varias horas a observar los patrones de eliminación del bebé. Es mejor dejarlo sin pañal o con un pañal de tela en el que se pueda notar inmediatamente que ha eliminado. Se trata de buscar una relación entre las eliminaciones y otros parámetros como el tiempo transcurrido después de despertar, tiempo desde la última eliminación, tiempo después de alimentarse, gestos específicos, “gruñidos” y llantos. Puede ser útil tener un reloj a la mano para medir el tiempo y predecir la siguiente eliminación, aunque muchos padres ponen más atención a su instinto. Cada vez que el niño elimine, sea sobre el pañal o sobre el orinal (o sobre Ud!) emita un sonido para identificar lo que el bebé siente en esos momentos. Puede ser un sonido como shhhhhh, o sssssss. Es así que el bebé comprenderá que su función de eliminación no está siendo ignorada, e irá relacionando el lugar, la posición y el sonido. Al principio se puede dejar al bebé desnudo, tumbado sobre un pañal absorbente, de manera que se pueda ver cuando ocurre una eliminación, haciendo el sonido que se haya escogido. Es muy útil utilizar un porta bebés como una bandolera, en el que resulte fácil retirar al bebé para ponerlo en el orinal. Se puede forrar la bandolera con pañales para protegerla, pero siempre permitiendo detectar inmediatamente si ha ocurrido una eliminación. Generalmente los bebés no eliminan dentro de un porta bebés sin antes expresar su incomodidad. Por lo tanto, cuando vea que su niño está incómodo, y si no existe otra razón aparente, puede considerar esta una señal muy clara de su necesidad de eliminar. Durante el transcurso del día, luego de varios “desastres”, pañales y bandoleras mojados, podrá seguramente reconocer varias de las señales de su bebé y posiblemente atrapará uno o más pipís.
De acuerdo a su disponibilidad, puede dedicar un tiempo al día/semana para practicar la CE como en el primer día. Mientras más tiempo le dedique a su niño, la comunicación se establecerá más rápida y fácilmente. Puede recurrir al uso de pañales, cambiando al bebé inmediatamente. En este caso, el pañal es una alternativa al orinal, y será comprendido así por el bebé, quien no desarrollará dependencia al pañal ni lo concebirá como parte de su cuerpo. Si el niño está llevando pañal y hace una señal de querer ir al orinal se debe atenderlo inmediatamente. Cuando esto no es posible por alguna razón, puede ayudarlo a relajarse haciendo el sonido que utiliza cuando elimina. De esta forma, el bebé no esperará y sabrá que es el momento de relajarse. Cámbielo inmediatamente.
¿A qué edad es mejor empezar? Se puede empezar desde el primer día de vida hasta cualquier edad, siempre que el niño no haya aprendido el uso del orinal. Las madres primerizas pueden requerir concentrarse exclusivamente en la lactancia durante las primeras semanas, por lo que preferirán esperar un poco antes de empezar. En algunos casos el empezar a practicar la CE puede ayudar a establecer la relación de lactancia, ya que los padres descubrirán que muchos de los llantos y dificultades para mamar se deben a la necesidad de eliminar. Según las autoras Laurie Boucke e Ingrid Bauer, expertas en CE, el mejor momento para empezar es antes de los 5 – 6 meses de edad, cuando el bebé todavía mantiene conciencia de sus funciones de eliminación. Posteriormente el bebé empieza a acostumbrarse al uso de los pañales y a ignorar estas funciones, por lo que podría resultar más difícil empezar.
Practicando CE fuera de casa Es muy probable que dentro de su casa le sea posible atender al niño en cuanto detecte una señal, pero, ¿qué pasa cuando sale? Tome en cuenta los siguientes consejos: Al llegar a un lugar, ofrezca a su bebé la oportunidad de eliminar. Verifique de antemano la localización de los baños para que no tenga que buscarlos en cuanto necesite. Puede recurrir al uso de un orinal portátil. Puede andar a llevar siempre en su cartera un sistema de orinal muy portátil (SOP, explicado más adelante) Alternativamente puede utilizar vasos desechables u otros recipientes disponibles en el momento. Se puede colocar al bebé sobre pañales, para que elimine sobre estos.
Es importante ser flexible Como en todos los aspectos de la crianza, la CE debe ser evaluada por los padres del infante y modificada de acuerdo a las condiciones específicas de la familia y el niño. El proceso de comunicación es cíclico y está sujeto a modificaciones cada vez que el bebé o los padres lo consideren necesario. Por ejemplo, los niños suelen tener preferencias de posiciones y lugares para eliminar que pueden cambiar con el tiempo, al igual que los padres pueden preferir dejar al bebé sin pañal a tiempo completo durante una época del año y cubrirlo durante otra. Los consejos de este y otros artículos sobre CE están basados en experiencias de otros padres y expertos en el tema, pero no pueden ser más importantes que los instintos de la madre y el padre. La CE puede ser una experiencia de intercambio con el bebé tal como lo es la lactancia materna. Puede ser también una forma de incluir a los papás, hermanos mayores y abuelos en el cuidado del infante, mediante una técnica amorosa y divertida. La hora del cambio de pañal, evitada por muchos, puede ciertamente ser cambiada por momentos de alegría, sonrisas y comunicación familiar. La Comunicación de la Eliminación no puede ser evaluada por la cantidad de pañales ahorrados, si no por la calidad de la comunicación con el bebé. Hay días en los que existen muchas pérdidas, sin que esto signifique un fracaso. Los padres y el bebé se nutren de cada una de estas experiencias para conocerse y comunicarse mejor.
Algunas posiciones con niños que no se sientan por sí solos (no siente a su niño antes de que este logre esta posición por sí mismo) No se deber forzar posiciones que el niño no ha alcanzado por sí mismo, como sentarlo o ponerlo de pie. La posición correcta es en cuclillas, con la espalda y cabeza sujetadas por el adulto, en caso de los bebés más pequeños. Es importante respetar al bebé y no mantenerlo en ninguna posición en la que se sienta incómodo. Algunas posiciones con niños que no se sientan por sí solos (no siente a su niño antes de que este logre esta posición por sí mismo)
No se deber forzar posiciones que el niño no ha alcanzado por sí mismo, como sentarlo o ponerlo de pie. La posición correcta es en cuclillas, con la espalda y cabeza sujetadas por el adulto, en caso de los bebés más pequeños. Es importante respetar al bebé y no mantenerlo en ninguna posición en la que se sienta incómodo.
Normalmente si el bebé no tiene deseos de eliminar o está incómodo estirará sus piernas o intentará cambiar de posición, en este caso se debe responder inmediatamente y volverlo a una posición de su agrado.
La espalda y cabeza están apoyadas en el cuerpo de la madre.
En ambas posiciones la espalda y cabeza están apoyadas en un brazo de la madre.
Es posible sujetar al bebé sobre el orinal mientras toma el seno.
Sobre la autora: Mónica Salazar ha practicado CE a tiempo completo con su hijo de 20 meses, desde las 10 semanas de edad. Es la autora del sitio web FamiliaLibre.com y del programa de radio por Internet RadioFamiliaLibre.com.
via| Familia Libre
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