BENEFICIOS PARA EL HIJO

Los beneficios para el recién nacido son los siguientes:

• Favorece el vínculo afectivo y emocional del recién nacido desarrollando la parte psicoafectiva, la parte emocional y la parte cognitiva. Además en los niños que salen muy irritados del parto, el contacto con la piel de la madre les calma y hace disminuir el llanto. Y en los niños que nacen más adormecidos, que les cuesta más adaptarse al medio externo, notamos que en el momento en el que se les pone en contacto con la piel de la madre empiezan a estar más reactivos a empezar a colaborar en el inicio de la lactancia.

• El ajuste de la parte metabólica y de las constantes vitales del recién nacido está comprobado que se realiza de una forma más rápida si existe contacto con la madre: Se estabiliza el patrón respiratorio de forma adecuada, aumenta la glucemia, disminuye la acidosis metabólica y se regula la temperatura corporal de la primera hora, produciéndose todo esto de forma rápida. El mayor problema en el momento del nacimiento es que los recién nacidos tienden, con el enfriamiento, a producir hipoglucemias. Está comprobado que en el niño que nada más nacer está con la madre, no desarrolla hipoglucemia porque se regula la glucemia a niveles normales e incluso puede aumentar.

• Se normalizan los niveles de noradrenalina y cortisol, que son las hormonas que se han producido por el estrés que ha sufrido el recién nacido en el parto.

• Se estimula el nervio vago que es el que va a preparar para recibir y dirigir la lactancia materna.

• En el momento en que entra en contacto con la madre se va a empezar a favorecer la lactancia materna precoz: El niño está alerta, empieza a buscar alrededor de la piel de la madre hasta el momento que encuentra el pezón y puede engancharse. Todo esto al recién nacido le proporciona la seguridad de estar con su madre. Hay distintos estudios que han comprobado que al colocar en contacto al recién nacido con la madre, éste, instintivamente, buscará y encontrará el pezón comenzando a mamar en aproximadamente una hora.

Los movimientos de búsqueda del recién nacido comienzan entre los 12 y 44 minutos después del parto y son seguidos de una succión espontánea con colocación correcta a los 27/71 minutos después del parto. Está comprobado que para que la lactancia tenga mayor éxito posteriormente es mejor que el bebé se enganche de forma espontánea.