1) ante todo no se trata de control de esfínteres prematuro ni de forzar a nadie, la clave es la palabra comunicación. La mamá (y el papá, la abuela, etc) comunica al bebé el lugar adecuado para la eliminación (que no es el pañal) -por ejemplo llevándolo al lavabo.
2) el pañal es un invento relativamente reciente y en muchas partes del mundo ni existe... es como la leche artificial: no es lo que la naturaleza ha previsto!
el niño vive mejor sin, se mueve con más libertad, no se le irrita el culete... sobretodo aprende que no tiene que ignorar sus necesidades e ir mojado por el mundo (por mucho que anuncien lo del culito seco, y si no me creéis probaos un pañal para incontinentes y luego contadme la sensación...) sino que los que le rodean están dispuestos a comunicar con él también sobre ese tema. Por no hablar del ahorro económico y ecológico.
3) en fin no se trata de un adiestramiento ni de agobiar al niño con responsabilidades sino que es una interacción... por poneros un ejemplo, ¿cómo sabéis que el bebé tiene hambre o tiene sueño? ¿y qué hacéis en estas situaciones? pues es lo mismo pero con el pis. Claro que hace falta dedicar tiempo y energía,
resignarse a que se nos escape de vez en cuando... como para todas las
cosas hay que entrenarse. También hay un peligro: cuando se empieza... ya no se quiere dejar!
Y PARA OCASIONES ESPECIALES COMO IRSE DE VIAJE,O PASEOS LARGO,O EN INVIERNO mejor optar por pañales
de tela.
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FOTO DE MI NIÑA EN ORINAL CON OCHO MESES.
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